Mensaje del Papa Francisco para la cuaresma de 2015


“La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En Él no hay lugar a la indiferencia (hacia los demás), que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás: Si  un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con el ( 1 Co 12¡, 26)…
La Iglesia es “cumunio sanctorum”, comunión de los santos porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y sus dones
En esta comunión de  los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos.
Y puesto que estamos unidos a Dios podemos hacer algo por los que están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación…”
Queridos  hermanos y hermanas, cuánto deseo que  los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser  islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.

La cuaresma



El año cristiano gira en torno a dos ejes: NAVIDAD Y PASCUA. El nacimiento de Jesús y su muerte y resurrección.
Antes de la Navidad tenemos el tiempo de Adviento y antes de la Pascua tenemos el tiempo de cuaresma.
Son unas semanas para disponernos a celebrar estos dos grandes acontecimientos: La Navidad y La Pascua.
Ahora vamos a comenzar la cuaresma, será el miércoles de esta semana, el miércoles de ceniza. Y lo hacemos con la imposición de la ceniza. Con este acto queremos decir  que hemos entrado en cuaresma. Con esta celebración la Iglesia nos invita a disponernos durante unas semanas para celebrar la Pascua del Señor, su muerte y Resurrección.
Desde muy antiguo los cristianos para prepararse a la celebración de la Pascua han practicado
1.     El ayuno y la abstinencia, privándose de algo para poder así después compartir con los algo con los necesitados, para ejercitarse  a tener dominio de si. (Hemos de ver de qué podemos privarnos para que Dios ocupe más espacio en nuestras vidas o para ser más atentos, solidarios con los demás o para que las personas ocupen un espacio más importante en nuestras vidas) 
2.     Limosna, caridad. El ideal es que de lo que nos privamos podamos compartir con los necesitados. Buen tiempo este para hacer las paces con alguna persona o una buena ocasión para olvidar viejas disputas, buen tiempo para dedicar más tiempo a los enfermos o a la gente que vie sola
3.     Oración. Dar un tiempo a Dios, hacer de nuestra vida un diálogo con el Señor. Escuchar la Palabra de Dios. Estar con Dios en la Iglesia o donde estemos. Rezar dándole gracias, pidiéndole perdón, tratando de mirar nuestro mundo con los ojos de Dios.
4.     Hay  también una práctica habitual en todas las iglesias durante el tiempo de cuaresma que consiste en la práctica del Viacrucis. Por medio de esta práctica religiosa recordamos el camino de Jesús hacia la muerte, su entrega total, sin reservas a Dios y a la humanidad y al mismo tiempo con ella tomamos conciencia de la maldad del ser humano que fue capaz de matar al Hijo de Dios. Al mismo tiempo que recordamos el camino de la pasión de Jesús podemos ver que en nosotros, en nuestro entorno o más lejos hoy hay muchas personas que están reproduciendo la pasión de Cristo: hay violencias, hay injusticias,  hay guerras, hay hambre etc.
5.     Tradicionalmente el tiempo de cuaresma era un tiempo bautismal. Era en Pascua cuando los catecúmenos se bautizaban y durante la cuaresma se preparaban para este gran acontecimiento, para el nacimiento a la vida de Dios
Y todas estas prácticas cristianas las realizamos para disponernos mejor a la celebración de la Pascua, de la muerte y resurrección del Señor. Sabiendo que la meta de la cuaresma es  la Pascua, la victoria sobre el pecado y la muerte. Así fue en Jesús y ese es también nuestro destino
No perdamos de vista que la meta es la vida, la Resurrección. Jesús fue el primero de todos, detrás de Él vamos nosotros, teniendo en cuanta que para llegar a la Vida, a la Resurrección Jesús pasó por la muerte. En nosotros sucede algo parecido. Hemos de morir a muchas cosas, a muchos comportamientos para poder participar de la Resurrección de Jesucristo.
Es bueno que cado uno de nosotros nos hagamos un pequeño plan de vida para ver lo que vamos a hacer a lo largo de la cuaresma, siendo consciente de que son muchos los cristianos que están, como nosotros, tratando de vivir la cuaresma según las orientaciones de la Iglesia.

Oración a partir del texto del evangelio: Vámonos a las aldeas cercanas para predicar también allí.



¿No nos estás, Jesús, diciendo, también a nosotros lo mismo?
¿No es a nosotros a quien nos dices: Id  predicad y anunciad la Buena Nueva?
Tú, Señor Jesús, nos dices: no os quedéis parados. Lo que habéis visto y oído, lo que habéis experimentado en el seguimiento de Jesús no os lo guardéis para vosotros, compartidlo con otros
Es lo que nos dice el apóstol Pablo: “Porque anunciar el evangelio no es para mi un motivo de gloria, es una obligación que tengo. Y pobre de mí si no anunciara el evangelio” ( 1 Cor 9, 16)
Es también lo que nos dijo San Pablo VI en su encíclica “Evangelii nuntiandi” sobre la evangelización “Es una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más  urgente. Evangelizar, en efecto, constituye la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar”
Enséñanos, Señor Jesús, a ser evangelizadores.
Enséñanos a saber ofrecer al mundo la Buena Nueva del Evangelio con obras y  palabras, siempre y en todas las circunstancias de nuestra vida.
Gracias, Señor Jesús, por tantas personas de Iglesia que han hecho y hacen de la evangelización el sentido y la razón de sus vidas.
Perdón por nuestras cobardías, perdón por nuestros temores a la hora de ofrecer tu Buena Nueva.
Perdón por nuestras incoherencias, por nuestras infidelidades que escandalizan a aquellos que todavía no han sido evangelizados.
Que el Espíritu Santo, igual que en aquel primer Pentecostés, descienda con toda su fuerza  sobre la Iglesia  para que unos y otros  sepamos anunciar la Buena Nueva, presentándote al mundo a ti y a tu proyecto para así construir entre todos el Reino de Dios.
Ayúdanos a ser evangelizadores     

Nuestra Señora de Lourdes.



Este próximo sábado en la parroquia celebraremos a Nuestra Señora de Lourdes, cuya fiesta litúrgica es el 11 de febrero. Son bastantes las personas que han pasado por este santuario, son muchas las personas que tienen un cariño especial a esta advocación mariana que está tan vinculada con los enfermos. Cada año se hace una peregrinación diocesana a este santuario en la que participan muchas personas, las hay también de nuestro pueblo.
Aunque su fiesta es e 11 de febrero en la parroquia lo celebraremos el sábado, día 14.