En breve iniciaremos la Catequesis de Confirmación. 
 
 
Para los jovenes que inicien esta etapa (1er año de Confirmación), os convocamos al ENCUENTRO que tendrá lugar el viernes día 22 de SEPTIEMBRE a las 20h en los Sálones Parroquiales de la c/Bonretorn, junto a Cáritas).
 
Para los que queráis continuar el segundo año de confirmación, y así poder dar este paso, indicar que tendremos una primera reunión el viernes 13 de OCTUBRE a las 20h en el mismo lugar que el pasado año.
Aquí tenéis las fichas de inscripción. Que podéis hacer depositar en el buzón de las oficinas de la Parroquia.

Hoja Parroquial del 4 al 10 de septiembre



SE ESTÁN TERMINANDO LAS VACACIONES PARA LOS NIÑOS.

Muy pronto volveremos a ver a los padres y a los abuelos por la mañana y a medio día llevar y traer a sus hijos o nietos a la escuela, el nuevo curso pronto va a comenzar.
Mucho ánimo para todos y que este nuevo curso sea muy provechoso.
Que los niños aprendan muchas cosas.
Que aprendan todo lo que las asignaturas de cada curso exigen y por otra parte que vayan creciendo también en responsabilidad, en el mutuo respeto, en compañerismo y en buenos modales. También esto es fundamental para la vida.
Todo es importante la parte intelectual y el comportamiento. En todo es posible crecer.

PRONTO VAMOS A COMENZAR LA CATEQUESIS

Cuantos deseen que sus hijos participen en la catequesis el próximo curso ya pueden pasar a inscribirlos. No lo demoren porque de lo contrario tenemos complicaciones para hacer los grupos y poder comenzar cuando corresponda.

A FINALES DE SEPTIEMBRE, DENTRO DE POCO, TENDREMOS LA NOVENA A LA VIRGEN Y LA SERENATA.

Paso a paso vamos caminando, vamos retomando lo que otros años hemos hecho.
Que no sean sólo unas costumbres rutinarias que hay que hacer, que sean unos actos que nos salgan de dentro del alma, expresión de lo que somos.
Los que deseen participar en la Serenata que se lo preparen y que vayan comunicándolo. Muchas gracias.

LO QUE LACEN LOS ANIMAES ¿TAMBIÉN LO HACEN LAS PERSONAS?

Un cabrero paseando por el campo vio un árbol. En el árbol había un nido con pajarillos. Estaban solos, pues los padres habían ido a buscar unos gusanillos para alimentarlos. El cabrero cogió los pajarillos y los metió en una fría jaula de metal.
Cuando llegaron los padres, viendo que no estaban sus hijuelos, afligidos los buscaron. Después de muchas idas y venidas encontraron la jaula donde los había puesto el cabrero y allí estaban los pajarillos revoloteando en su interior.
Al verlos el cabrero se dijo.
-         Si los padres vienen a cuidar a sus hijos con tanto esmero, quiero ver cómo los hijos agradecidos de tanto amor a sus padres los cuidan ellos.
Cogió una red y la echó sobre la pareja, sobre los padres, aprisionándolos. Inmediatamente abrió la puerta de la jaula y, dejando libres a los hijos, metió en ella a los padres.

Los hijuelos salieron volando y en vano los padres esperaron su regreso.
Al cabo de un tiempo, murió la pareja de hambre y dolor dentro de la jaula sin recibir la visita de sus hijos.
Menos mal que los humanos no solemos hacer lo mismo que los animales. La gran mayoría de los hijos se ocupa perfectamente de sus padres.
El amor de s padres tiene mucho de especial. Es un amor total, un amor que siempre es capaz de perdonar. Es un amor que es capaz de hacer lo que sea por sus hijos. Hasta dar la propia vida
Así nos ama Dios, con un amor de padre, porque él es nuestro padre.
A lo mejor, nosotros, que somos sus hijos no sabemos corresponderle lo mucho que Él hace por nosotros. De la misma manera que hay hijos que no sabemos corresponder lo muchos que nuestros padres han hecho y hacen por ellos

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
«Pídeme lo que quieras, que te lo doy».
Y le juró:
«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».
Ella salió a preguntarle a su madre:
«¿Qué le pido?».
La madre le contestó:
«La cabeza de Juan, el Bautista».
Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista».
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.
Palabra del Señor

El consumismo

“Me llamo Aurora y mi marido es José Luis. Llevamos treinta años de casados. Mi esposo José Luis ha demostrado una paciencia extraordinaria conmigo. Durante veinte años viví sólo para gastar, para consumir. Me gustaba aparentar y que lo mío fuera siempre mejor que lo que tenían los demás.
José Luis trabajaba en unos grandes almacenes. La empresa le ofreció una tarjeta de crédito para él y para mí. Nunca pensé que aquel trocito de plástico, aparentemente inofensivo pudiese hacerme tanto daño.
Como José Luis no venía a comer a casa y los niños comían en el comedor del colegio yo me pasaba el día en los grandes almacenes, hasta comía allí. Comprar y firmar cheques era mi gozo
José Luis sabía que yo compraba ya que a la hora de cobrar él no cobraba porque yo ya me lo había gastado todo antes. Frecuentemente me decía:
-         Ves alerta que un día tendremos un problema y si pierdo el trabajo piensa que tenemos hijos.
Yo le comentaba:
-         No te preocupen que eso no pasará nunca.
Creía que tenía el control de todo, pero no fue así.
Un día llamaron a José Luis del departamento de personal y le dijeron que la cuenta no tenía dinero, más aún que debía dinero. Esto pasó a mitad octubre que coincide con el cobro de una paga extraordinaria.
Era lo último que podía pasar. José Luis pagó la deuda y liquido la tarjeta. Cuando llegó a casa por la tarde su rostro me hizo pensar en lo peor.” ¿Qué te pasa?, pregunté. “Ya lo sabes”, me contestó. Le dije: “¿Has cobrado?” Y me contestó: “Si, pero he liquidado la tarjeta”
En aquel momento en casa había muy poco dinero para poder pasar el mes. José Luis me dijo: “Tú lo has buscado, ahora espabílate con lo que tienes”. A continuación, se desencadenó una fuerte discusión.
Yo viví todo aquello muy mal. Yo que tenía muchas cosas y de muy buenas marcas me parecía que me comía el mundo y resulta que era una esclava del consumismo, yo era como una persona que me encontraba en una prisión.
José Luis, el marido de Aurora añade. “Yo vivía todo aquello muy mal, quería perdonarla, pero no podía, no tenía fuerzas para ello. Al final le dije “Te perdono”
En aquel momento respiré también yo hondamente, quedamos los dos libres. Libres de verdad y unidos con el auténtico amor.
El perdón nos liberó a los dos, dialogamos, empecé a vivir con lo que tenía, jamás he vuelto a utilizar la tarjeta. Ahora me doy cuenta del gran peligro que supone el consumismo, no se puede vivir para gastar o para TENER”

REFLEXIONEMOS

-         ¿Hay en el mundo algunas personas que se parecen a Aurora, que son esclavas del “¿Tener”, del aparentar, del orgullo, de la avaricia, del móvil, del fútbol, del sexo o de otras muchas cosas?
-         ¿Soy yo esclavo/esclava de algo?
-         ¿Soy capaz de perdonar? Si no perdono soy también esclavo/esclava
-         ¿Qué voy a hacer?