LA OBRA SOCIAL “LA CAIXA” COLABORA POR CUARTO AÑO CONSECUTIVO CON CARITAS DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL NIÑO PERDIDO.


La Obra Social “La Caixa”, a través de la oficina de CaixaBank en Alquerías del Niño Perdido, ha donado, por cuarto año consecutivo, la cantidad de 2000 euros con el fin de apoyar los proyectos sociales de la Caritas Parroquial de esta población
El número de beneficiados son 37 familias, con una suma de 110 personas, incluidos niños/as.
Caritas, principalmente, trata de ofrecer un acompañamiento a aquellas familias que se encuentran en situación de desprotección ofreciéndoles alimentos, productos de limpieza, ayuda al pago de suministros, alquiler, material escolar, gastos de farmacia… para que puedan cubrir sus necesidades más básicas.
Este curso ha habido 23 niños que han asistido a un proyecto educativo.

Este es uno de los 18 proyectos exclusivos de Caritas Parroquiales e interparroquiales de distintas localidades de la provincia de Castellón que han sido beneficiadas a través de un acuerdo de colaboración de la Obra social de “la Caixa” con la central de “Caritas Segorbe-Castellón”.

Muchísimas gracias a todas las instituciones y particulares que colaboran con esta entidad eclesial, con Caritas. Es gracias a todos Vds. que se pueden llevar adelante estos proyectos que son fuente de vida para tantas personas. Gracias.

FORMAMOS LA COMUNIDAD DE SEGUIDORES DE JESÚS Y NOS DECIMOS HERMANOS.


De palabra, al menos, así es, y muchísimas veces lo manifestamos también con muchos gestos. Nuestra fe en Jesús y el sacramento del bautismo nos ha incorporado a la familia de Dios.
Pero eso que somos deberíamos de cuidarlo más y vivirlo con plenitud, manifestarlo.
El otro día un sacerdote me contaba que estuvo para hacer una sustitución a una parroquia, era un domingo. En la Iglesia habría unas 30 o 40 personas, cada una en un banco, no había dos personas que estuviesen en un mismo banco.
Le produjo mala impresión ¿Es que estarán reñidas?
Son detalles que a lo mejor nos parecen irrelevantes, pero que tendríamos que cuidar. Somos familia y estamos llamados a ofrecer ante el mundo la imagen de familia.

La fe mueve montañas


Un águila y un elefante se hicieron grandes amigos. Un buen día dijo el elefante:
-      ¿Sabes? Toda mi vida he querido solar. Siempre he soñado con lo divertido que sería sobrevolar los pueblos y verlos desde el cielo, así como las casas y a la gente. Deslizarme por encima de los ríos y la selva. ¿Crees que será capaz de volar?
-      Seguro que si- respondió el águila- Y girándose, se arrancó una de sus plumas de la cola – Toma – le ofreció – Muerde esta pluma y sujétala con fuerza entre los dientes. Luego empieza a batir las orejas con todas tus fuerzas y verás cómo levantas el vuelo.
El elefante hizo lo que le había dicho su amigo. Se colocó la pluma en la boca y fue al encuentro del ave, que le esperaba en la rama de un árbol, siempre sujetando con fuerza y cuidado la pluma entre los dientes.
-      Oye águila, me has cambiado la vida por completo. Jamás podré agradecerte lo suficiente la pluma que me has dado.
-      La ¿pluma? Replicó el águila. No la necesitaba. Era una que iba a tirar porque ya no me servía. Tan solo te ofrecí algo en lo que creer. Fue tu fe y el batir de tus orejas lo que te hizo volar, ¡¡no la pluma!