FIESTAS PATRONALES.



Estamos ya en plenas fiestas patronales.
Comenzaremos la semana, el domingo, recordando a nuestros mayores, a los abuelos que tanto bien hacen a las familias. Ellos son el apoyo para muchas personas, sobre todo de  los nietos. Dicen que los abuelos no se divorcian de los nietos.
Y ese mismo día por la tarde tendremos la ofrenda de flores a la Virgen del Niño Perdido a las 17’30.
El lunes, haremos memoria de nuestros difuntos, de todas las personas que fallecieron. Y le pediremos a Dios y a la Virgen María por todos ellos. Que Dios les dé el descanso eterno y que un día podamos volver a encontrarnos con ellos en el cielo.
Que todos estos días de fiestas patronales transcurran en paz y  con normalidad.
Que los que vengan de fuera se sientan bien acogidos.
Que todos los que estarán con sus amigos en “Els casals” convivan en armonía y acrecienten sus lazos de amistad.
El domingo próximo será  el final de las fiestas y lo dedicaremos por la mañana y por la tarde a honrar a nuestra Patrona la Virgen del Niño Perdido.
Que sepamos darle siempre a María, la Virgen del Niño Perdido, un lugar importante en nuestras vidas.
Les deseo muy buenas fiestas patronales para todos.  Felices fiestas patronales.

LOS PILARES DE TODA COMUNIDAD CRISTIANA



Estos próximos años a nivel de toda la diócesis se quiere que prestemos  atención en nuestras respectivas comunidades para que se asemejen a las originales. Que volvamos a los orígenes.

Desde sus comienzos los seguidores de Jesús, no lo fueron de forma individual, sino que al decidirse seguir a Jesús entraban a formar parte de una comunidad, de una familia cristiana. Uno no es cristiano individualmente sino que lo es formando parte de una comunidad

Esta familia cristiana, desde los orígenes, se apoyó en estos tres pilares:

1.     ) La escucha de la Palabra de Dios, el conocimiento de la Palabra de Dios. Ellos se reunían para proclamar y empaparse de la Palabra de Dios, de lo que Jesús había dicho  y hecho, del Nuevo testamento y de lo que se contiene en el Antiguo Testamento. En este conocimiento de la Palabra de Dios descubrían a Jesús para parecerse a él, seguirlo y para poder darlo a conocer. En esa frecuencia diaria de la escucha de la Palabra se empapaban del proyecto de  Jesús,, escuchaban a Dios para seguidamente pode responderle en toda su vida. Este  curso, a nivel de toda la diócesis, se va a dar una gran importancia a este aspecto de toda comunidad cristiana. Nosotros en todos los grupos parroquiales vamos a centrarnos en el conocimiento de la Palabra de Dios, vamos a ejercitarnos conjuntamente a escuchar la Palabra. Sería bueno que además de los distintos grupos que ya existen pudiésemos constituir otro u otros grupos que entrasen sobre todo en esa dinámica del conocimiento de la Palabra de Dios. Grupos de la Palabra de Dios. Ya lo iremos diciendo un poco más adelante.

2.     ) El segundo elemento fundamental de la comunidad cristiana es la caridad, el amor. Jesús ya lo dijo “En esto conocerán que sois discípulos míos si os amáis los unos a los otros”. El amor, la estima es el distintivo de la vida cristiana. Amor a todos y siempre y por tanto solidaridad, como hacía Jesús, con una atención prioritaria a todos los que sufren, a los más necesitados. Este objetivo será para otro año

3.     Y por último el tercer aspecto es la Eucaristía y todo lo que tiene relación con los sacramentos: bautismo etc. Y también todo lo que despierte y fomente la oración etc. Así  nos lo mando Jesús: “haced esto en memoria mía” después de celebrar la cena del Señor el Jueves Santo. Este aspecto lo afrontaremos en otro momento.

LOS REFUGIADOS



Es de pena lo que estamos viendo y está sucediendo. ¡Cuánta falta de humanidad! ¡Cuánta falta  de sentido común!
Que Dios ilumine a las autoridades del mundo para que busquen una solución justa a este conflicto

He aquí  lo que el Sr. Obispo nos ha dicho:
“Nos encontramos con la mayor crisis migratoria en Europa, después de la II Guerra Mundial. Cada día los medios de comunicación ponen en nuestros ojos escenas dramáticas de miles de personas y familias que tienen que huir de sus hogares y países para salvar sus vidas, escenas de niños ahogados e imágenes de cristianos y otras personas perseguidos y brutalmente asesinados por razón de su fe. La brutal violencia de la guerra desencadenada en los países de Oriente Medio y en particular en Siria está provocando que miles de personas busquen un refugio en Europa.

El sufrimiento y la necesidad de tantas personas no nos puede dejar indiferentes; menos aún podemos cerrarnos en nuestros egoísmos nacionales o personales. Tenemos que pasar de la compasión emocional pasajera y distante a la acción comprometida, generosa y solidaria. No podemos mirar a otra parte. Todos somos responsables de todos: estados, gobiernos, instituciones, familias e individuos. Es la hora de la generosidad en la acogida de refugiados….
Estas personas y familias hacen resonar en nuestras conciencias la voz del Señor Jesús que nos impulsa con su gracia a vivir la caridad con todos: “Os aseguro que cuanto hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 40)…

Por todo ello he decidido crear una Comisión Diocesana de ayuda a los refugiados y cristianos perseguidos, integrada por el Vicario General y responsables de Caritas Diocesana, del secretariado de Migraciones y de las congregaciones religiosas presentes en nuestra Diócesis. Esta comisión estudiará la situación entre nosotros; y en colaboración con las instituciones públicas responsables en esta materia o comprometidas con esta causa estudiará y dará curso a las peticiones de acogida de refugiados que se le presenten”

CARITAS DIOCESANA: Ha habilitado una cuenta bancaria destinada a este fin:

BANKIA. ES 69 2038  9939 95 6000 431115

CAJAMAR: ES 93 3058 7300  80 2720015030

Y además, quien  quiera poner a disposición de esta causa alguna vivienda, debe ponerse en contacto con Caritas Diocesana en el 964 255521.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO POR NUESTRA TIERRA

Dios onmipotente
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas.

Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados
y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo 
y no depredadores,
para que sembremos hermosura y no contaminación o destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia
el amor y la paz.