Estos próximos años a nivel de
toda la diócesis se quiere que prestemos
atención en nuestras respectivas comunidades para que se asemejen a las
originales. Que volvamos a los orígenes.
Desde sus comienzos los
seguidores de Jesús, no lo fueron de forma individual, sino que al decidirse
seguir a Jesús entraban a formar parte de una comunidad, de una familia
cristiana. Uno no es cristiano individualmente sino que lo es formando parte de
una comunidad
1.
) La escucha de la Palabra de Dios, el
conocimiento de la Palabra de Dios. Ellos se reunían para proclamar y empaparse
de la Palabra de Dios, de lo que Jesús había dicho y hecho, del Nuevo testamento y de lo que se
contiene en el Antiguo Testamento. En este conocimiento de la Palabra de Dios
descubrían a Jesús para parecerse a él, seguirlo y para poder darlo a conocer.
En esa frecuencia diaria de la escucha de la Palabra se empapaban del proyecto
de Jesús,, escuchaban a Dios para
seguidamente pode responderle en toda su vida. Este curso, a nivel de toda la diócesis, se va a
dar una gran importancia a este aspecto de toda comunidad cristiana. Nosotros
en todos los grupos parroquiales vamos a centrarnos en el conocimiento de la
Palabra de Dios, vamos a ejercitarnos conjuntamente a escuchar la Palabra.
Sería bueno que además de los distintos grupos que ya existen pudiésemos
constituir otro u otros grupos que entrasen sobre todo en esa dinámica del
conocimiento de la Palabra de Dios. Grupos de la Palabra de Dios. Ya lo iremos
diciendo un poco más adelante.
2.
) El segundo elemento fundamental de la
comunidad cristiana es la caridad, el amor. Jesús ya lo dijo “En esto conocerán
que sois discípulos míos si os amáis los unos a los otros”. El amor, la estima
es el distintivo de la vida cristiana. Amor a todos y siempre y por tanto
solidaridad, como hacía Jesús, con una atención prioritaria a todos los que
sufren, a los más necesitados. Este objetivo será para otro año
3.
Y por último el tercer aspecto es la
Eucaristía y todo lo que tiene relación con los sacramentos: bautismo etc. Y
también todo lo que despierte y fomente la oración etc. Así nos lo mando Jesús: “haced esto en memoria
mía” después de celebrar la cena del Señor el Jueves Santo. Este aspecto lo
afrontaremos en otro momento.