Preparar la Cena del Hambre



    Como ya comentamos hace algún tiempo este año decidimos  dejar para más adelante, cuando hiciese mejor tiempo la Cena del Hambre.

    Se acerca ahora ya el momento de realizar dicha actividad, por ello ha llegado el momento de empezar a pensar en ello y a organizarnos.

    Invito a las personas que deseen participar en la organización de la Cena del Hambre a encontrarnos en el salón de la Parroquia, C/ Bonretorn el miércoles, día 25 de marzo a las 20 h.
      Para conocimiento de todos han de tener presente que este año la Cena del Hambre tendrá lugar  el viernes, día  24 de abril. Ya daremos más noticias sobre este evento a medida que nos vayamos reuniendo para prepararlo; con esta cena cooperamos con Manos Unidas que lucha contra el hambre en el mundo

PLEGARIA 4º VIERNES de Cuaresma

SEÑOR, SOY TU ENVIADO A LOS POBRES.

Señor, Tú, dijiste estas palabras a los apóstoles,
y hoy me las dices a mí.
Me llamas a proseguir tu causa.
Soy tu enviado; enviado a los pobres.

Cada mañana me despierto alegre
y sueño con un mundo justo y fraterno, como el que tú querías.
Gracias por la confianza que me das.

La cosecha es grande, y los obreros pocos;
pero yo soy uno de ellos, porque Tú me has enviado.

Muchas personas pasan hambre, malviven en la miseria,
y son muy pocos los que les hacen caso.
Pero yo soy el buen samaritano, porque Tú me has enviado.

Dame audacia para caminar
por las oscuras callejuelas de los pobres
y encender una luz.
Dame amor.

Cada acción solidaria es una nueva aventura contigo.
Empújame, pues quiero llevar buenas noticias a los pobres.

Gracias por poder continuar tu obra.
Gracias por la confianza que me das.

Dios no mandó su Hijo al mundo para condenarlo



En tu vida, Señor Jesús, está más claro que el agua tu voluntad salvífica.
Tú salvaste a Lázaro, al paralítico, al ciego de Jericó, a tus apóstoles… 
¡Cuántas veces dijiste: “Tu fe te ha salvado,… vete en paz, yo tampoco te condeno”  Hubo quienes querían que Tú, Señor Jesús, condenases.
Hubo quienes querían que mostrases la mano dura del castigo de Dios.
Pero Tú habías venido a salvar  y no a condenar. Gracias Dios Padre porque como dices:
“Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna”
Esta es la finalidad de la presencia de Jesús entre nosotros:
“Dios no mandó a su Hijo a mundo para condenar el mundo, sino para que el mundo se salve.”
Todo esto lo he de saber leer cuando te veo crucificado.
Gracias, Dios; Padre nuestro, porque tu plan es salvador, liberador, bienhechor para la humanidad, para cada uno de nosotros.
Y todo estos nos está diciendo que nosotros, continuadores de tu obra, tenemos la misma misión: ser salvadores.
Como Jesús estamos llamados a salvar, a liberar…
Estamos llamados a facilitar la vida nueva que Tú, Señor Jesús, nos ofreces.
Ayúdanos a ser liberadores, a facilitar la salvación que Tú ofreces a todas las personas. No estamos, como Jesús, para condenar el mundo, sino para salvarlo por medio de Jesús.
¿Qué es lo que este planteamiento supone en concreto para mi vida, para la vida de nuestros grupos, para la vida de la Iglesia?
Hoy me quedo  con la imagen de la cruz que es el gran signo del amor misericordioso de Dios para la humanidad.
Señor Jesús, que la cruz, tu cruz sea un estímulo para mi vida.
Que sepa morir por los demás, que  muera a mi voluntad… para dar vida, para que muchos se salven, vivan como Hijos de Dios y hermanos unos de otros.
¡Oh cruz fiel, árbol único de nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos!
Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en la certeza!

PLEGARIA 3er VIERNES de Cuaresma

HAZ QUE SEAN DICHOSOS, SEÑOR.

Haz que sean dichosos, Señor,
quienes colaboran contigo en la recreación
y en la conservación de la naturalez,
que gocen de ella y sean recreados por tu Espíritu.

Haz que sean dichosos, Señor,
quienes trabajan por una sociedad más justa y fraterna,
que se sientan acompañados, amados y fortalecidos por Ti.

Haz que sean dichosos, Señor,
quienes comparten el fruto de su trabajo
con los que no lo tienen,
que puedan gozar de los bienes de tu Reino.

Haz que sean dichosos, Señor,
quienes reivindican o crean puestos de trabajo digno
para los "parados", que experimenten que están colaborando
contigo en la construcción de tu Reino.

Haz que sean dichosos, Señor,
quienes apoyan y defienden a los explotados y humillados
en el trabajo esclavo y precario,
que se sientan reconocidos por Ti
como promotores de la dignidad y la libertad de tus hijos,
sus hermanos.