PLEGARIA 4º VIERNES de Cuaresma

SEÑOR, SOY TU ENVIADO A LOS POBRES.

Señor, Tú, dijiste estas palabras a los apóstoles,
y hoy me las dices a mí.
Me llamas a proseguir tu causa.
Soy tu enviado; enviado a los pobres.

Cada mañana me despierto alegre
y sueño con un mundo justo y fraterno, como el que tú querías.
Gracias por la confianza que me das.

La cosecha es grande, y los obreros pocos;
pero yo soy uno de ellos, porque Tú me has enviado.

Muchas personas pasan hambre, malviven en la miseria,
y son muy pocos los que les hacen caso.
Pero yo soy el buen samaritano, porque Tú me has enviado.

Dame audacia para caminar
por las oscuras callejuelas de los pobres
y encender una luz.
Dame amor.

Cada acción solidaria es una nueva aventura contigo.
Empújame, pues quiero llevar buenas noticias a los pobres.

Gracias por poder continuar tu obra.
Gracias por la confianza que me das.