DIA 9 NAZARET

ORACIÓN INICIAL.
Dios te Salve María, Madre del Niño Perdido, Patrona de Alquerías, nosotros, tus hijos, venimos durante estos días a obsequiarte con nuestras plegarias; venimos a intentar aprender de ti, primera mujer de la Iglesia, a vivir lo esencial de la vida cristiana: la fe, esperanza y caridad. Que con tu ayuda y nuestro esfuerzo nos sintamos y vivamos como hombres y mujeres de la Iglesia de hoy. Amén.

LECTURA DE LA SAGRADA ESCRITURA.
“Muerto Herodes, el angel del Señor se apareció
en sueños a José en Egipto y le dijo.
“Levántate, toma contigo al Niño y a su madre, y ponte
en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto
 los que buscaban la vida del niño. El se levantó, tomó consigo
al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al
 enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su
 padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueño,
se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir a una ciudad
 llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de
los profetas”. (Mt. 2 19-23)

Traigo, de nuevo, el recuerdo de las palabras del Papa Paulo VI: “Nazaret, casa del Hijo del carpintero. Es aquí donde querríamos comprender y celebrar la ley dura y redentora del trabajo humano; restablecer aquí la conciencia y la nobleza del trabajo, recordar que el trabajo no puede ser un fin en si mismo... Querríamos, también, finalmente, a todos los trabajadores del mundo entero mostrarles a su gran modelo, su Divino Hermano, el profeta de todas las causas justas, a Cristo Nuestro Señor” (Paulo VI, en Nazaret, 1964).
Es muy jugosa esta lección de trabajo familiar. José, el carpintero y Jesús, ya crecido, ayudándole en el taller; María, mujer de su casa, ocupada en las faenas del hogar. Es “la historia pequeñita”, como dirá el poeta. Historia sin brillo, normal; como la de muchas familias. Ahí está el ejemplo cercano: la lección del trabajo.
El trabajo “nace con la persona”...
El trabajo es noble.
El trabajo es productivo.
Es creador.
Es redentor.

REFLEXIÓN:
¿Por qué trabajo?
¿Qué sentido doy a mi trabajo y que ilusión pongo en él?

SALUTACIONES A LA VIRGEN:
-Virgen del Niño Perdido, mujer de fe y acendrada religiosidad que, en tu bajada al Templo de Jerusalén, nos invitas a valorar las prácticas religiosas como expresión de fe; haz que no disociemos en nuestra vida, la fe y las tareas de cada día.
Ave María…
-Madre del Niño Perdido, por la pena y dolor que experimentasteis en la pérdida de Jesús, al quedarse en el Templo, haz que sintamos nosotros ese mismo dolor, al perderlo por el pecado, y que pongamos el esfuerzo y diligencia que tú y San Jose pusisteis hasta encontrarle.
Ave María…
-Virgen del Niño Perdido , por la alegría que supuso para vuestro corazón de madre el encontrar al Niño Jesús en el Templo, haz que cada uno de nosotros, le sepamos encontrar, y alegremos con su presencia, en nosotros y en los demás.
Ave María…

ORACIÓN A LA VIRGEN.
¡Salve, oh alegría nuestra tan ansiada!
¡Salve, oh regocijo de la Iglesia!
¡Salve, oh nombre lleno de perfume!
¡Salve, oh rostro iluminado por la luz de Dios y que emana belleza!
¡Salve, oh memorial inmenso de veneración!
¡Salve, oh vellocino saludable y espiritual!
¡Salve, oh clara madre de la luz naciente!
¡Salve, oh impoluta madre de la santidad!
¡Salve, oh fuente saltarina de agua viva!
¡Salve, oh madre nueva y modeladora del nuevo nacimiento!
¡Salve, oh madre llena de misterio e inexplicable...!
¡Salve, oh vaso de alabastro del ungüento de santificación!
¡Salve, tú que valoras la virginidad!
¡Salve, oh modesto espacio que acogió en si al que el mundo no puede contener!
(Teodoro de Ancira)