Pienso que es bueno que estemos contentos de que existimos, de que
Dios nos haya hecho, contentos de que nuestros padres nos hayan traído a este mundo.
Contentos hemos de estar de nuestra casa
donde hemos vivido, de las personas que nos rodean, Contentos de nuestro pueblo
y de nuestra nación.
Ello no quiere decir que no veamos nuestros propios defectos y los
defectos de los demás. Los vemos y nos duelen. Pero valoramos lo que somos y
donde estamos.
Con ello va de suyo que es bueno valorar nuestras tradiciones,
nuestras costumbres, nuestra cultura y ¿cómo no nuestra fe?. Si no valoramos
nuestra fe es porque la desconocemos o porque no sabemos bien lo que en
realidad es. Sin duda alguna lo mejor que nos haya podido pasar es ser
cristianos, ser de los de Jesús, ser uno de los miembros de la comunidad
cristiana