TIEMPOS DIFÍCILES
Se avecinan tiempos difíciles con el comienzo de las escuelas y a no tardar mucho con el trabajo en los almacenes. Todo por el coronavirus.
Hagamos
todo lo que nos digan para evitar contagios y frenar esta pandemia.
Recemos
a Dios Padre y a la Virgen María por la situación en que vivimos que nos afecta
todos, nadie se escapa.
El
bicho está activo y no para y ahora que por necesidad habrá más proximidad
entre las personas el riesgo de contagio será mucho mayor.
Que
las autoridades sanitarias y políticas encuentren normas acertadas para la
convivencia en estos tiempos complicados. Cuidémonos para poder cuidar a los
demás
Y
que este principio de curso escolar funcione como es debido, para que no
hablemos de una generación perdida.
Así
mismo que el comienzo de la próxima campaña de la naranja no lleve demasiados
quebraderos de cabeza
Todos
estamos preocupados, quizás los madres de niños en edad escolar más todavía. Lo
mismo les debe pasar a los responsables de las cooperativas y almacenes de
naranjas.
¡Señor!
escúchanos, no nos desampares. Te lo pedimos.
Virgen
del Niño Perdido mira con amor este pueblo que se aclama a ti.
Escúchanos.
Así sea.
EL APOSTOLADO DEL ACEITE
¿En
que consiste?
Todos
sabemos que uno de los usos corrientes del aceite es suavizar, eliminar lo
bronco que a veces están ciertos instrumentos.
Dos
ruedas engrasadas no funciona bien, chirrían. Se les echa un poco de aceite y
van de maravilla.
El
eje de acero está perezoso para girar, con un
poco de aceite todo solucionado..
La
llave de casa no encaja bien con la cerradura unas gotitas de aceite la ponen a
tono.
El
aceite produce todas estas facilidades con
toda la naturalidad del mundo, sin hacer ruido.
A
nuestra vida de familia, de trabajo, de relaciones, de convivencia etc ¿no le
haría falta a veces unas gotas de aceite? ¿No nos vendría bien procurarnos un
poco de ese aceite porque, unos y otros, a veces somos broncos debido al
cansancio o a tantas otras cosas?
¡Cuánto
bien haría en aquella casa una persona que, de vez en cuando, echara unas gotitas de aceite para que no hubiera
permanentemente caras avinagradas y se pudiera vivir con más paz!
Lo
mismo para las pandillas de amigos o para los vecinos de una calle o para un
lugar de trabajo.
Dichosas
las familias que procuran tener siempre a mano un poco de este aceite tan útil
para la convivencia, para las buenas relaciones entre las personas, entre
mayores jóvenes, entre conocidos y desconocidos.
En
las relaciones de amistad, en las relaciones de trabajo, en la comunicación con
unos y con otros ¡cuánta falta hace manejar la botella de este aceite que
suavice las relaciones!
¡Señor!
Danos de ese aceite que tanto necesitamos y tan provechoso nos puede ser para nuestra convivencia.
Gracias,
Señor