HOJA PARROQUIAL - ASCENSIÓN DEL SEÑOR. del 14 al 20 de mayo de 2018

PRIMERAS COMUNIONES. Niños que tomaron la Primera Comunión el domingo 13 de mayo de 2018

Lola Andrés Ballester
Lucas Bort Edo
Vicent Fuertes Chabrera
Juan  Gimeno Álbar
Iker Girona Benito
Nerea Juan Mollar
Adrián Rico Benajes
Marc Sánchez Montiel
Laura Sorribes Villanueva
David Torres Miravete


UNA COMUNIÓN DE PRIMERA
No es lo mismo una comunión de primera que la primera comunión. Ojalá todas las primeras comuniones fuesen de primera.

El cardenal emérito de Sevilla Carlos Amigo reflexionando ahora, en este tiempo de primeras comuniones, dice:

“Una comunión de primera es aquella en la que el centro sea Jesús que nos hace suyos para ser semejantes a él, en la que se realiza un gozoso encuentro entre dos personas: Cristo y el comulgante; en la que Cristo se pone a nuestro lado, se mete en nuestra vida para que podamos estar cerca de la suya, en la que se sienta la presencia real de Cristo resucitado.

Una comunión de primera es aquella a la que se refiere Benedicto XVI
“Comer de este pan es comulgar, es entrar en comunión con la persona del Señor vivo. Esta comunión, este acto de “comer” es realmente un encuentro entre dos personas, es dejarse penetrar por la vida de Aquel que es el Señor. Aquel que es mi Creador y Redentor.

La finalidad de esta comunión, de este comer, es la ASIMILACIÓN DE MI VIDA A LA SUYA, mi transformación y configuración con Aquel que es amor vivo.

Por esto esta comunión implica la adoración, implica la voluntad de seguir a Cristo, de seguir a Aquel que va delante de nosotros”.

“El que come de ese pan, dice el cardenal emérito de Sevilla, se llena de una vitalidad siempre nueva.  Pero para gustar de este manjar, hace falta tener sano el paladar del corazón.”

Por tanto, la primera comunión es un encuentro con el Señor, un encuentro entre dos personas el que comulga y el Señor, con la finalidad de ir identificándonos cada vez más con las actitudes y comportamientos de aquel a quien comulgamos.

No perdamos nunca de vista esta gran verdad y que nuestras comuniones sean espacios, oportunidades para ir identificándonos con aquel que es el Señor, el enviado de Dios, el Hijo de María.

Que la Virgen María del Niño Perdido nos ayude a hacerlo realidad y de una manera especial que no lo pierdan de vista los niños y niñas que van a hacer su primera comunión