OBRAS DE MISERICORDIA ESPÍRITUALES

Son siete:
1.- Enseñar al que no sabe.
2.- Dar buen consejo al que lo necesita.
3.- Corregir al que hierra.
4.- Perdonar las injurias.
5.- Consolar al triste.
6.- Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7.- Rogar a Dios por los vivos y difuntos.

   Las obras de misericordia son el modo en que expresamos el amor con que Dios nos ama.
   Al amar de esta manera a los demás, expresamos nuestra fe en Dios, que se ha hecho hombre, ha entrado en nuestra vida y la ha hecho semejante a la suya.
   Misericordia significa poner el corazón en las pobrezas, necesidades y sufrimientos de los demás.
   Esos sufrimientos, esas pobrezas, pueden ser espirituales y corporales.
   No hay que confundir la misericordia con tener pena. El que sólo tiene pena no se implica por hacer algo bueno por el otro.
   Cuando decimos que Dios es misericordioso queremos decir que ama nuestras pobrezas, las abraza y las transforma con su amor.
   Es decir nos da posibilidades para salir de nuestra miseria. No olvidemos que el ejemplo a imitar es siempre Jesús. Sus palabras y sus obras estuvieron llenas de misericordia con todos los que sufrían alguna dolencia, con todos los que vivían en el pecado o eran presas de alguna enfermedad o sufrimiento.