LOS FIELES DIFUNTOS.



Estos días de Todos los Santos  muchos iremos a los cementerios donde se encuentran nuestros familiares difuntos. Es una bonita costumbre. No podemos dejar en el olvido a aquellos que tanto hicieron por nosotros.
Nos acordaremos de ellos, recordaremos sus gestos y palabras, los veremos junto a nosotros.
Seguro que le daremos gracias a Dios por todo lo que hicieron por nosotros y le pediremos así mismo a  Dios que les dé un lugar junto a Él y que cuando llegue el momento de nuestra partida de este mundo podamos estar con ellos para vivir la vida que nunca se terminará. Esa es la verdadera historia de las personas. Nosotros, porque Jesús muerto y resucitado, sabemos que la vida no termina en la muerte, que la muerte es la puerta para pasar a la vida definitiva, que en la muerte nos encontraremos con Dios, que es nuestro Padre que nos ha dado la vida y que es quien más  nos quiere. Ese es nuestra fe.
Que los fieles difuntos descansen en paz.