Estamos en
un momento importante, vivimos una situación conflictiva en muchos países del
mundo a causa del fanatismo de algunos grupos de musulmanes y por otra parte a
veces da la impresión que no estamos muy satisfechos de lo que somos, o quizás
pasamos, me refiero a nuestra vivencia de la fe cristiana.
Es de buenas
personas respetar las creencias de los demás, en magnífico saber convivir con
las diferencias… pero ello no quiere decir que
minusvaloremos lo que somos, lo que hemos heredado, lo que se nos ha
dado como la Iglesia, nuestra fe cristiana, nuestro conocimiento de Jesús y del
evangelio, nuestras tradiciones cristianas etc.
Mal nos irá
a nuestro país y a todos los países cristianos si no valoramos adecuadamente lo
que somos. Ello no quiere decir que nos sintamos superiores a los demás, nada
de eso. Pero sí que es necesario que tomemos conciencia de lo que somos.