Señor Jesús, estos días de Navidad vemos que siendo rico te hiciste pobre, haznos comprender a todos nosotros que:
-
con dinero podemos comprar diversión, pero no alegría
-
con dinero podemos comprar una casa, pero no una
familia
-
con dinero podemos comprar comodidades pero no
felicidad
-
con dinero podemos comprar tierras pero no el cielo
-
con dinero podemos comprar un coche pero no amigos
-
con dinero podemos comprar diplomas pero no cultura
-
con dinero podemos comprar regalos pero no gente que
nos quiera de verdad
-
con dinero podemos comprar el billete para ir al otro
mundo pero no paz
-
con dinero podemos tener cosas y pasarlo bien (un rato)
pero sólo amando y ayudando a los demás podemos ser felices de verdad.
Gracias Jesús porque tú nos enseñas donde está la
verdadera riqueza.