EL EVANGELIO DE LOS SIN PAPELES





En aquel tiempo vivía en Nazaret de galilea un hombre llamado José. José era carpintero; acababa de casarse con un joven llamada María. Pero sucedió que en aquellos días pareció un escrito de Cesar Augusto ordenando el empadronamiento de todos los habitantes. Y todos fueron a hacerlo, cada cual a su ciudad. José fue convocado en la comisaría de policía de Nazaret y llevado ante el inspector.
Entonces, éste le dijo: José, ¿es verdad que no eres de aquí y que tu familia viene de Belén, de Judea?.- Es verdad respondió José:
Entonces el inspector dijo a José: Tienes que irte a Belén para arreglar tus papeles. Sin ellos no puedes residir ni trabajar  con nosotros como lo habéis hecho hasta ahora. Dijo José: Mi joven esposa está embarazada, y su término está cerca. ¿No me podéis conceder una prorroga hasta que nazca el niño? Después nos iremos a Belén como me pides.
Pero el inspector  respondió: No quiero saber nada, y la ley es la ley. Si  no te pones en camino inmediatamente, haré que te conduzcan mis hombres a la frontera y nunca más podrás volver aquí.
Entonces José se puso en camino con María, después de unos cuántos días de viaje llegaron a Belén. Como María  estaba cansada, José llamó a la puerta de un hotel para pedir habitación, con el fin de que María descansase
El hotelero le dijo: Dame tus papeles para que te inscriba. José respondió: No tengo papeles, vengo precisamente a Belén. A que me los hagan. Entonces el hotelero le dijo a José: Si no tienen papeles no puedo alojarte. Ve, no puedo hacer nada por ti. Y todos os hoteleros de la ciudad le dieron la misma respuesta.
He aquí que María empezó a sentir los primeros dolores del parto. Entonces, José la llevó al hospital para que pudiese dar a luz.
Pero en la entrada del hospital, el guardia dijo a José: Dame los papeles para que me asegure de que estás en regla y que pueda acoger a tu mujer. José respondió: No tengo papeles, vengo precisamente a Belén para que me los hagan.
Entonces el guardia dijo a José: Si no tienes papeles, no puedo hacer nada por ti.
Al final, José encontró un establo abierto y en él instaló a María. Y allí fue donde María trajo al mundo a un hijo, al que llamaron Jesús. Y los pastores de alrededor le llevaron leche y pañales, ya que ellos tampoco tenían papeles, y comprendieron la situación de José y María” ( Emmanuel Terray)