DIA 1 BAJADA A JERUSALÉN
ORACIÓN INICIAL.
Dios te Salve María, Madre del Niño Perdido, Patrona de Alquerías, nosotros, tus hijos, venimos durante estos días a obsequiarte con nuestras plegarias; venimos a intentar aprender de ti, primera mujer de la Iglesia, a vivir lo esencial de la vida cristiana: la fe, esperanza y caridad. Que con tu ayuda y nuestro esfuerzo nos sintamos y vivamos como hombres y mujeres de la Iglesia de hoy. Amén.
LECTURA DE LA SAGRADA ESCRITURA.
Sus padres iban todos los años a
Jerusalén en la fiesta de la pascua.
cuando tuvo doce años, subieron
ellos como de costumbre a la fiesta.
(lc. 2, 41-43)
Cada año por la Pascua – la principal fiesta judía – una de las fiesta de peregrinación, todo buen israelita varón, desde una cierta edad temprana, estaba obligado a visitar el Templo de Jerusalén.
Muchas mujeres y niños les acompañaban.
Cuando la peregrinación se hacía desde lejos, se agrupaban en caravanas reducidas, de parientes, amigos y paisanos.
Este es el hecho que nos narra esquemáticamente San Lucas.
Es el recuerdo de un pueblo peregrino…
Es el hacer memoria de nuestra peregrinación a Dios.
De Dios a Dios, este es el arco que tensa toda la vida del hombre. Somos seres religados a Dios, lo pensemos o no. Lo religioso no es algo postizo, sobreañadido, a nuestras vidas. Está en la raíz de nuestra existencia. El hombre es “animal religioso”.
El Concilio Vaticano II, en su Constitución dogmática sobre la Iglesia, nos dice que, como la Iglesia, somos pueblo peregrino: “Así el nuevo Israel, que caminando en el tiempo presente busca la ciudad futura y perenne, también es designado como Iglesia de Cristo” (L.G.9)
REFLEXION:
¿Me siento unido a Dios –religioso- de manera consciente?
¿A través de qué prácticas o de qué manera?
SALUTACIONES A LA VIRGEN:
-Virgen del Niño Perdido, mujer de fe y acendrada religiosidad que, en tu bajada al Templo de Jerusalén, nos invitas a valorar las prácticas religiosas como expresión de fe; haz que no disociemos en nuestra vida, la fe y las tareas de cada día.
Ave María…
-Madre del Niño Perdido, por la pena y dolor que experimentasteis en la pérdida de Jesús, al quedarse en el Templo, haz que sintamos nosotros ese mismo dolor, al perderlo por el pecado, y que pongamos el esfuerzo y diligencia que tú y San Jose pusisteis hasta encontrarle.
Ave María…
-Virgen del Niño Perdido , por la alegría que supuso para vuestro corazón de madre el encontrar al Niño Jesús en el Templo, haz que cada uno de nosotros, le sepamos encontrar, y alegremos con su presencia, en nosotros y en los demás.
Ave María…
ORACION A LA VIRGEN.
oh, mi único alivio
rocio divino, refrigerio de mi ardor,
lluvia que desciende de dios
sobre mi árido corazón,
lámpara resplandeciente
en la oscuridad de mi alma,
guía de mi camino,
sostén de mi debilidad,
vestido de mi desnudez,
riqueza de extrema miseria,
medicina de mis incurables heridas,
término de mis lágrimas y gemidos,
liberación de toda desventura,
alivio de mis dolores,
liberación de mi esclavitud,
esperanza de mi salvación…
así sea, señora mía;
así sea, refugio mío,
mi vida y ayuda mía,
mi defensa y mi gloria,
mi esperanza y mi fortaleza.
(Germán de Constatinopla)