La fe mueve montañas


Un águila y un elefante se hicieron grandes amigos. Un buen día dijo el elefante:
-      ¿Sabes? Toda mi vida he querido solar. Siempre he soñado con lo divertido que sería sobrevolar los pueblos y verlos desde el cielo, así como las casas y a la gente. Deslizarme por encima de los ríos y la selva. ¿Crees que será capaz de volar?
-      Seguro que si- respondió el águila- Y girándose, se arrancó una de sus plumas de la cola – Toma – le ofreció – Muerde esta pluma y sujétala con fuerza entre los dientes. Luego empieza a batir las orejas con todas tus fuerzas y verás cómo levantas el vuelo.
El elefante hizo lo que le había dicho su amigo. Se colocó la pluma en la boca y fue al encuentro del ave, que le esperaba en la rama de un árbol, siempre sujetando con fuerza y cuidado la pluma entre los dientes.
-      Oye águila, me has cambiado la vida por completo. Jamás podré agradecerte lo suficiente la pluma que me has dado.
-      La ¿pluma? Replicó el águila. No la necesitaba. Era una que iba a tirar porque ya no me servía. Tan solo te ofrecí algo en lo que creer. Fue tu fe y el batir de tus orejas lo que te hizo volar, ¡¡no la pluma!

La oración del perro

A unos 30 km de Málaga, en la falda de una montaña, está el pintoresco pueblo de Mijas, que además de la parroquia tiene una pequeña iglesia escavada en la roca: es el santuario de la Patrona. Cerca, entre pinares, se encuentra la ermita de San Antonio y a su entrada, al aire libre, se puede contemplar escenas de gallinas, palomas, otros animales y un monumento al perro, junto al cual, grabada en una lápida, figura la siguiente “oración: del perro”
“Oh Señor de las criaturas, haz que el hombre mi amo sea tan fiel para con los otros hombres como lo soy yo para él. Haz que ame a su familia y a sus hijos como yo les amo, Haz que guarde honestamente los bienes que tú le has concedido como honestamente guardo yo los suyos.
Dale, Señor, una sonrisa fácil y espontánea, como fácil y espontáneo es el jugueteo de mi rabo.
Haz que esté tan inclinado al agradecimiento como yo estoy pronto a lamer con cariño.
Conserva en él mi juventud de corazón y mi alegría de pensamiento.
Oh Señor de todas las criaturas, del mismo modo que yo soy siempre verdadero perro, haz que él sea siempre verdadero hombre”

Abre el Corazón

Un hombre había pintado un hermoso cuadro. El día que lo presentaba en público, asistieron al acto las autoridades locales, muchos periodistas y fotógrafos y mucho público en general, pues se trataba de un famoso pintor y reconocido artista.

Llegó el momento y descubrieron el cuadro. Entonces estalló un caluroso aplauso entre los asistentes. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente con los nudillos la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, daba la sensación de querer oir si dentro de la casa alguien le respondía.

Las autoridades pronunciaron varios discursos y se multiplicaron los elogios al artista y a su obra. Sin ninguna duda, todos admiraban aquella preciosa obra de arte.

Un observador muy curioso encontró un fallo en el cuadro. La puerta no tenía pomo. Entonces se dirigió al artista y le preguntó: 
- La puerta que ha pintado no tiene pomo, ¿qué hay que hacer para abrirla?
- Así es -respondió el pintor-. Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Solo se abre desde dentro.

Es cierto somos nosotros los que podemos abrir o cerrarla puerta de nuestra vida a Dios. Él nos ha hecho libres y nos ha dado a cada uno la llave de nuestro corazón. Él no tiene llave o si la tiene, no la quiere utilizar.

Refranero



-      “Gato maullador nunca es buen cazador” Se aplica al que habla mucho y obra poco.
-      “Ni te abatas por la pobreza ni te ensalces por la riqueza”. Se refiere a que en ningún estado o condición se deje de obrar con moderación.
-      “A mal hecho, ruego y pecho” refrán que enseña que después de haber cometido un delito, no queda otro camino que reconocer el hecho, y pedir perdón
-      “En cada de mi tía, más no cada día”. O sea que no se debe abusar de la persona que nos hace un favor
-      “No es mucho que a quien te de una gallina entera, tú le des una pata de ella” Para decir que debeos ser agradecidos, sobre todo con los que nos quieren bien.