FELIZ NAVIDAD
Es,
casi podríamos decir, una frase hecha que estos días está en boca de todo el
mundo: Feliz Navidad.
Es
en estas fechas cuando celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, su
cumpleaños. Ese es el origen de la Navidad
Por
una parte, sé que la Navidad la hemos asumido tanto como algo de todos que por
ello mutuamente nos felicitamos.
Pero
por otra parte pienso que corremos el peligro de quedarnos en esas
felicitaciones y abrazos cordiales entre nosotros. ¿Pero sabemos quién ha nacido? ¿Nos acordamos
de él? ¿Sabemos qué aniversario celebramos? ¿Conocemos la trascendencia de este
nacimiento?
Que
entre tantas felicitaciones no nos olvidemos que se trata de la fiesta de Jesús,
que Navidad es el aniversario de Jesús el Hijo de Dios y de María.
La
Navidad fue el principio de toda una bonita historia que Dios empieza para toda
la humanidad.
Así
pues, felicidades a todos por la Navidad, por el aniversario de Jesús por ello
felicidades sobre todo a Jesús por su cumpleaños.
Y
un deseo para todos: que sepamos, unos y otros, continuar su obra, lo que él
vino a realizar en este mundo.
Y
por otra parte digámosle a Dios y a su hijo Jesús: gracias por haber venido
Jesús a este mundo, una venida maravillosa que nos desconcierta y nos ayuda a
descubrir la manera de ser de Dios.
No
nos cansemos de darle gracias a Dios
Feliz
Navidad. Felicidades Jesús por tu nacimiento
CICATRICES
DEL AMOR
En
un caluroso día de verano, un niño decidió ir a nadar en una laguna detrás de
su casa.
Salió
corriendo por la puerta trasera, se tiró al agua y a nadar. No se daba cuenta
de que un cocodrilo se le acercaba.
Su
mama, desde la casa, miraba por la ventana y vio con horror lo que sucedía.
Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndola, el
niño se alarmó y giró hacia su mama. Pro fue demasiado tarde.
Desde
el muelle, la mamá agarró al niño por sus brazos, justo cuando el caimán le
agarraba sus piernecitas. La mujer tiraba de los brazos del niño con todas sus
fuerzas. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada, y
su amor no la abandonaba.
Un
hombre que escucho los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató
al cocodrilo.
El
niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante aún pudo llegar a
caminar.
Cuando
salió del trauma, un periodista le preguntó al niño que estaba hospitalizado si
quería enseñarle las cicatrices de sus pies. El niño levantó la colcha y se las
mostró. Pero entonces, con gran orgullo, se remangó las mangas y, señalando
hacia las cicatrices en sus brazos, le dijo:
-
Pero las que
usted debe ver son éstas, no las de las piernas
Eran
las marcas de las uñas de su mamá, que habían presionado con fuerza sus brazos.
-
Las tengo y las
enseño a todo el mundo con satisfacción porque mamá no me soltó y me salvó la
vida. Esas marcas muestran el gran amor que mi madre me tiene. Son mi mayor tesoro.