Señor Jesús,tu amor te llevó a identificarte con los presos
y a permanecer presente en ellos.
Ahora nos atrevemos a pedirte por estos hermanos nuestros.
Que no piensen que, porque la so
ciedad les condena, Tú los rechazas.
Que no renuncien, ni un solo momento, a su dignidad de personas e hijos tuyos.
Que no pierdan nunca su libertad interior, ni se desesperen.
Que se afanen en cambiar de conducta y luchen por su vida y su reinserción.
Que no abandonen a sus familias y amigos, ni sean abandonados por ellos.
Que su situación los acerque más a Ti.
Señor Jesús, te pedimos por nosotros, por la sociedad y por la Iglesia.
Que no rechacemos a los presos por el hecho de serlo.Que les respetemos como personas que son y te veamos y sirvamos a Ti en ellos.
Señor Jesús, que nuestro amor les ayude a descubrir
que Tú eres infinitamente Misericordioso,
que no los abandonas, que los quieres y perdonas siempre.
¡María Madre de Misericordia, ruega por estos hijos tuyos presos y por todos nosotros!
Amén.