La Eucaristía de este domingo la celebraremos, además de todas las
intenciones de Manos Unidas, Campaña contra el hambre en el mundo, recordaremos
a Santa Bakhita dentro del marco del año
de a vida religiosa, teniendo presente la jornada de oración, reflexión y
acción contra la trata de los seres humanos.
Este día de oración y de acción pretende mostrar a todos a reconocer en el otro, sea quien sea, a
un hermano y una hermana, reconocer su
dignidad intrínseca en la verdad y libertad, como nos muestra la historia de
Josefina Bakhita. Esta santa era originaria de Darfur. Nació en Sudan en 1869 y falleció en Italia en 1947,
secuestrada cuando tenía nueve años por los traficantes de esclavos y vendida a
dueños feroces. A través de sucesos dolorosos llegó a ser “hija libre de Dios”,
mediante la fe vivida en la consagración religiosa y en el servicio a los
demás, especialmente a los pequeños y débiles. Esta Santa que vivió entre los
siglos XIX y XX es hoy un testigo ejemplar de esperanza para las numerosas
víctimas de la esclavitud y un apoyo en los esfuerzos de todos aquellos que se
dedican a luchas contra esta “llaga del cuerpo de la humanidad contemporánea,
una herida en la carne de Cristo”
El papa Francisco, que en diversas ocasiones se ha pronunciado
sobre las nuevas formas de esclavitud y ha dedicado a este importante tema el
Mensaje de la pasado jornada Mundial de
la Paz, ha acogido benévolamente esta iniciativa. La Conferencia
Episcopal Española y nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón se une a ella