Una lección...


En cierta ocasión en un vuelo de la compañía British Airways entre dos ciudades una señora blanca de cerca de 50 años se sentó junto a un negro.

Visiblemente enojada llamó a la azafata:
-         Señora ¿pero … es que no lo ve?, me ha puesto al lado de un negro. Esos seres son unos desagradables, así que ubíqueme en otro lugar, por favor.

La azafata le responde:
-         Cálmese, señora, casi todos los puestos de este avión están ocupados, pero… voy a ver si encuentro un asiento libre.

La azafata se aleja y vuelve al poco tiempo.
-         Mire señora, he hablado con el comandante que me ha confirmado que sólo hay un puesto en la clase de primera.
Y antes de que la señora pudiera hacer el más mínimo comentario, la azafata dijo:
-  Visto que no es bueno que una persona esté junto a otra persona que le parece repugnante, se vuelve hacia el negro y le dice: Así que, señor, si lo desea tome sus pertenencias y venga a ocupar el puesto de primera clase.
Todos los pasajeros del vuelo que presenciaron la escena solevantaron  y con un fuerte aplauso felicitaron a la azafata.
 
Queridos hermanos blancos:
Cuando nací, era negro
cuando crecí, era negro
cuando voy al sol, soy negro
cuando estoy enfermo, soy negro
cuando muera, seré negro.

 Mientras tú, hombre blanco
cuando naciste, eras rosado
cuando creciste, eras blanco
cuando tomas el sol, te pones rojo
cuando hace frío, te poner azul
cuando tienen miedo, te poner verde
cuando estás enfermo, te pones amarillo
cuando mueras, serás gris.
Y después de todo esto, ¿eres tan cara dura de llamarme hombre de color?