Jesús, maestro,
Desde el fondo de nuestro corazón
te aceptamos como maestro y guía:
queremos ser discípulos tuyos,
queremos ser seguidores tuyos,
queremos descubrirte,
conocerte y seguirte.
Jesús, maestro,
enséñanos el camino de la sinceridad:
que no encuentren en nosotros
falsas apariencias;
que no nos ocultemos
ni delante de los demás,
ni delante de los niños;
que nuestras palabras esten a bien
con nuestros sentimientos.
Jesús, maestro,
enséñanos el camino de Dios,
el verdadero camino de Dios.
Ayúdanos a buscarlo humildemente,
como tu lo buscaste.
Ayúdanos a descubrirlo en ti,
Y en mucha gente de bien que nos rodea.
enséñanos a andar sin miramientos,
en el trato con los de casa y con los vecinos
llamando al pan, pan,
y al vino, vino.
Líbranos de la prudencia mala,
que esconde la verdad
y atrasa la llegada de la justicia.
Jesús, maestro,
quítanos el miedo,
para que no nos dejemos llevar
por los respetos humanos,
sobre todo cuando tenemos que defender
nuestros derechos frente a los poderosos.
Llénanos de respeto
con los hermanos más marginados:
que ellos nos llevan la pasión,
el sueño y los enfados.
Jesús, maestro,
te queremos seguir en nuestra vida.
(traducido de M.Regal;
Un caxato para o camiño; pp111-112)