Restauración de la imagen de la Virgen del Rosario

 


Vamos a restaurar la imagen de la Virgen del Rosario, que antiguamente salía en procesión en la fiesta de la Juventud y tenía todos los años unas clavariesas.
En vistas a esta restauración, algunas mujeres que fueron clavariesas, hace años, se han reunido para ver la manera de recordar aquel acto y tratar de colaborar en los gastos de dicha restauración. Ya lo irán anunciando.
Ellas a todos los que deseen colaborar en los gastos que va a suponer dicha restauración les hacen una propuesta que la verán concretada en una propaganda que han confeccionado y ue la pondrán en los establecimientos del pueblo.

¿Dónde buscar al que vive?



Un día a Dios se le ocurrió bajar al mundo a divertirse jugando con las personas al escondite. Como no estaba acostumbrado a esos juegos, consultó primero con los ángeles. ¿Dónde encontraría el mejor escondite para que los hombres no pudiesen dar con él?
Algunos le dijeron: “Lo mejor es que te escondas en el fondo del mar. Allí nadie te irá a buscar”.

Otros le aconsejaron que el mejor lugar sería el cementerio del pueblo. “Con el miedo que tiene la gente a los muertos, jamás se les va ocurrir buscarlo allí”.erás que allí nadie va a buscar”
Siempre es más fácil buscar lejos. ¿Será por eso que las grandes noticias también vienen siempre de lejos? Es que las de cerca parece que no tienen interés. Y por eso conocemos mejor a los de fuera que a los de dentro. Nos parecen más interesantes las noticias de lejos que las de cerca.

De pronto escuchó hablar de un gran sabio que había en la tierra. Y Dios se dijo a sí mismo: “Mejor le consulto al sabio porque debe conocer muy bien a los hombres”
Cuando Dios le consultó al sabio, éste muy sereno le respondió: “Si quieres que nadie te encuentre, escóndete en el corazón de los hombres. Y v

Tenía un compañero de estudios muy original. En aquel entonces era costumbre entre nosotros los estudiantes, a la noche, hacer una breve reflexión a los compañeros. Este buen compañero siempre comenzaba diciendo “Dice un filósofo chino…” “Dice un filósofo griego…”. Un día, le pregunté. “Oye, ¿Quién es ese filósofo chino a quien has citado? Con mucha malicia me respondió: “Yo”. Pero, si digo que soy yo ninguno de vosotros me creeríais; cuando lo digo en nombre de un filósofo, todos me creéis”.a

Y Dios no se revela desde lejos, sino que se revela acercándose siempre



l hombre.
¿Acaso la encarnación no significa la cercanía de Dios al hombre? Siempre nos lo imaginamos en el cielo, cuando, en realidad, Dios vive además mucho más en la tierra, donde tiene los tesoros de su corazón que somos las personas. Cuando queremos vernos con Dios, lo primero que pensamos es. “Tengo que ir a la Iglesia”
Y es cierto en la Iglesia está Dios. Pero además ¿a cuántos  se les ocurre visitar a Dios en su propio corazón o en los pobre y en los que sufren?
¿A quién se le ocurre pensar que además de estar en la Iglesia, en el sagrario Dios está también en el propio corazón, en el corazón de todas las personas, en especial en el corazón de los pobres?
Este fue el problema de María Magdalena y de los discípulos.
Lo buscaban entre los muertos y él estaba jugando con las flores del jardín.
Lo buscaban entre los muertos y él estaba divirtiéndose con los vivos.
Lo buscaban en el sepulcro y él estaba en sus corazones.
Para encontrar a Jesús no hay que ir lejos.

Felices Pascuas



Este domingo celebramos el domingo de Pascua, uno de los días más importantes del año en el mundo cristiano.
Este domingo celebramos la Resurrección de Jesucristo, la victoria de Jesús sobre la muerte y el pecado. Jesús ha salido victorioso.
Y lo mejor del caso es que ello nos afecta directamente a todos nosotros, su victoria es también la nuestra. Porque Él ha resucitado también nosotros resucitaremos, también nosotros viviremos eternamente.
La vida, la nuestra, con la resurrección de Jesucristo cambia por completo, tiene otro sentido. La meta es participar de la victoria de Jesús, no sólo en el futuro, dentro de X años, sino  ya ahora podemos participar de la victoria Cristo sobre la muerte y el pecado.
Cuando vencemos al mal, cuando amamos, cuando perdonamos, cuando trabajamos por implantar la justicia en nuestro mundo, cuando respetamos a las personas y a la naturaleza estamos participando de la victoria de Jesús, estamos participando de su resurrección.
¡Aleluya1, hermanos, la vida es bonita y con la resurrección de Cristo es todavía más bonita, de su resurrección participamos todos.

Felices Pascuas



Hemos llegado a la Pascua después de haber vivido la cuaresma.
La Pascua es el paso de la muerte a la vida, es la celebración de la victoria de Jesús sobre la muerte. De esa Pascua esperamos ya participamos todos nosotros.
Porque Jesús ha vencido a la muerte, porque Jesús ha vencido al pecado nosotros, sus seguidores, estamos invitados a realizar el mismo camino.
La victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado es también nuestra victoria.
Alegrémonos porque Jesús está vivo, porque la muerte ya no tiene la última palabra, porque el pecado ha empezado a ser derrotado.
FELICES PASCUAS PARA TODOS.
Ese Cristo resucitado ya se está haciendo presente entre nosotros:
Allí donde hay personas que luchan por construir un mundo en paz, allí está la fuera del resucitado.
Allí donde hay personas que ayudan se hace presente la fuerza del resucitado.
Allí donde hay personas que perdonan se actualiza la victoria de Cristo resucitado.
Allí donde hay personas que comparten se hace presente el amor de Cristo resucitado.
Allí donde hay personas que construyen fraternidad se hace presente Cristo que dio su vida por nosotros.
Allí donde lay personas que defienden a los débiles se hace presente a Cristo Resucitado.
Cristo, el crucificado, está vivo y su victoria es nuestra victoria que día a día la palpamos porque hay gentes que saben vivir para los demás, que saben amar de verdad, que saben servir, que saben buscar el bien de los más débiles, que reconocen en todo momento que Dios es nuestro Padre. Cada día en la Eucaristía hacemos presente a Cristo Resucitado. A lo mejor estamos más sensibles o más familiarizados, más propensos a descubrir y a solidarizarnos con la cruz que con la resurrección, cuando la meta es la vida, la resurrección.