LA FELICIDAD



El filósofo alemán Martín Buber cuenta en una bella  parábola  “En la ciudad polaca de Cracovia vivía pobremente, rozando la miseria, un piadoso rabino judío, de nombre Eisik. Durante tres noches consecutivas, Eisik soñó que debía ir a la ciudad de Praga donde hallaría un gran tesoro. El lugar soñado donde estaba enterrado el tesoro era junto al asiento del puente que conducía al castillo real.
Llevado por las ansias de ver acabados sus días malos, de hambre y estrechez, se encaminó hacia la ciudad dc Praga.
Una vez allí advirtió que el puente estaba fuertemente vigila­do. Y con la idea del tesoro en la mente empezó a merodear cerca de él. Alertado el capitán de la guardia, le preguntó qué hacía allí. Después de algunos rodeos, Eisik le manifestó los sueños y su propósito. El oficial se rió, a la par que le contaba que él mismo había tenido un sueño en el que se le aseguraba y mostraba que en la casa de un tal Eisik, un rabino judío, residente en Cracovia, había enterrado un gran tesoro junto al rincón que hay detrás de la estufa. Pero que él había hecho caso omiso del sueño.

Oído el relato, Eisik regresó de inmediato a Cracovia. Una vez en su casa, empezó a cavar en el lugar soñado y descrito por el oficial. Y ¡oh maravilla!, ¡descubrió que sí, que allí en su propia casa, había enterrado un gran tesoro!"
Hay quien va muy lejos, hace kilómetros o muchas cosas raras para encontrar un poco de felicidad y olvida que el tesoro de la felicidad está muy cerca; puede estar escondido en la propia casa, en la convivencia con los nuestros, en el trato con el prójimo, en las pequeñas cosas de cada día...
¡Cuántas veces buscamos el tesoro de la felicidad fuera de nosotros!, cuando la felicidad, el gozo, la paz, están en el interior, dentro de cada uno, diríamos, en sentido metafóri­co, en el propio corazón.
Teresa de Lisieux, la joven enferma de tuberculosis, afirmaba: «La alegría reside en lo más profundo del alma; podemos poseerla lo mismo en una oscura prisión que en espléndido palacio».
Ignacio de Loyola aseguraba: «Un cristiano no tiene ningún motivo para estar triste y tiene muchos para estar ale­gre». También solía decir: «Me gusta ver reír a la gente».
La alegría es posible si sabemos olvidarnos de nosotros mismos, y pensamos en los demás. La alegría es posible para quien no alberga en su cora­zón nada de odio y pone su confianza en Dios.
La alegría es posible para quien espera poco y da mucho.
La alegría es posible si sabemos vivir un cristianismo pascual alegre con esperanza.

Fiestas de San Ramón.



Como cada año por esas fechas el barrio de San Ramón es el centro de la vida del pueblo, sobre todo por la noche.
Que estas fiestas, como todas, que sean una oportunidad de estar con amigos y conocidos, de compartir la alegría y la amistad y que San Ramón nos bendiga a todos los que celebramos su fiesta.
Felices fiestas

Un africano mira hacia Europa. ¿Qué ve? ¿Qué le llama la atención?



1.)  Vivimos aquí en un mundo lleno de pensamientos negativos, donde las noticias nos muestran un montón de hechos que nos llevan más a la desesperación que a la esperanza.
2.)  Vivimos en un mundo de indiferencia causada por demasiada actitud pesimista y donde vivir sin esperanza en el futuro se convierte en lo más común.
3.)  No deja de ser un mundo nuevo en búsqueda de otros tipos de espiritualidad y formas de esperanza. Pensamos que está todo perdido y que no hay una manera re recuperar la esperanza cristiana.
4.)  La discrepancia entre jóvenes y ancianos se ensancha día a día.
5.)  Vivimos en un mundo donde algunos pastores de la Palabra de Dios están demasiado cansados y piensan que el mundo está por caer.
6.)  Vivimos en un mundo donde cada día se vacían las iglesias y donde solo durante las grandes fiestas se llenan. Este es nuestro mundo actual, sin duda una tierra de misión. En mi humilde opinión debemos volver al Evangelio. A las celebraciones les falta vida  y alegría.

VISITA DEL ARQUITECTO DIOCESANO Y DE LOS QUE SE OCUPAN DEL PATRIMONIO.



Según estaba previsto el lunes, día 27, por la mañana  hacia las 10 h. vino el arquitecto diocesano y los que se ocupan del Patrimonio.
De la parroquia acudimos unas 10 personas: sacerdotes, miembros de Cofradías, miembros del Consejo de Economía etc.
A los que vinieron del obispado les informamos de las cosas pendientes que teníamos en la iglesia parroquial y en el almacén donde se encuentran las carrozas de las Cofradías.
Visitaron detenidamente la Iglesia y el almacén.
Como conclusiones que nos dejaron:
1.     Hemos de hacer el seguimiento del tejado de la Iglesia, en algunos lugares del tejado se ven vados que seguramente es porque algunas viguetas se están abriendo. De momento no es urgente pero no podemos perderlo de vista
2.     Habría que abrir la puerta lateral de la iglesia, porque un día, por ser un local público, nos lo van a exigir. Esta puerta lateral se encuentra precisamente detrás de donde ahora se encuentra el Santo Sepulcro.
3.     Los restos del mártir se podrían colocar en la capilla del sagrario.
4.     Los restos de Mossen Juanito se podrían colocar en el pasillo central de entrada a la Iglesia.
5.     Hay algunos santos en la sacristía y por la Iglesia que habría que colocarlos en altares laterales encima de algunas repisas que tendría que hacer.
6.     La imagen del Sdo. Corazón  grande de talla que se encuentra donde se coloca el coro  tiene mucho valor y se podría situar en la parte  donde ahora está el Santo Sepulcro, por allí.
7.     El Santo Sepulcro estaría bien que se colocarse junto a la Virgen de los Dolores ya que son don imágenes que están íntimamente relacionadas. Lo mismo la imagen del Nazareno
8.     El almacén donde están las carrozas no puede continuar  como ahora, hay que adecentarlo, poner piso, subir las paredes, hacer un piso de manera que  este espacio pudiese tener una utilidad en el futuro. Cuando se haga esto habría que desechar todas las cosas inútiles que con el tiempo se han ido almacenando.
9.     Pasado el mes de agosto vendrán de nuevo, sobre todo el arquitecto diocesano quiere subir al tejado para ver de cerca  su situación. Él quiere ver con más detenimiento el almacén y estudiar su realización. Él es  el que se ocuparía de hacer los planos.
Por tanto, de momento, no hay que hacer nada ya que estamos en verano, pero después del verano nos pondremos en movimiento para ir haciendo lo que buenamente podamos.
Son muchas las cosas a realizar, pero hay que ir poco a poco pero sin pausa.
               
Si alguna persona devota no sabe qué hacer con su dinero aquí hay unos proyectos  que para llevarlos adelante nos pedirán colaboración económica