Tú,
que eres un ser humano, eres mi milagro.
Eres
fuerte, capaz, inteligente y lleno de talentos. Cuéntalos y entusiásmate con
ellos. Encuéntrate. Acéptate.
Y
piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones.
Todo
eso que te he dado es para hacerte feliz y también para que colabores en
mejorar el mundo en el que vives.
Haz
algo, ¡mucho por los demás!
¡Cuánto
es lo que espera el mundo de ti…!
Eres
mi creación más grande. Eres mi milagro.
No
temas comenzar una nueva vida. No te lamentes nunca.
No
te atormentes. No te deprimas.
¿Cómo
puedes temer, si eres mi milagro?
Estás
dotado de poderes, desconocidos para todas las criaturas del universo.
Eres
único. Nadie es igual a ti.
Sólo
en ti está aceptar el camino de felicidad y seguir siempre adelante hasta el
fin; simplemente porque eres libre. ¡Qué grande es la libertad!
Lamentablemente
en este mundo hay guerras y los bienes están mal repartidos.
Hay
gente que se odia…
El
mal anida en algunos corazones o quizás un poco de mal está en todos los
corazones.
¡Es
una lástima!
¡Tan
bonito que podría ser este mundo si todas las personas se quisieran!
En
ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad.
Pero
ya ves lo que pasa, muchos se atan, y viven toda su vida maniatados a alguna cosa,
no son libres….
¡Hay
tantas cosas que esclavizan a las personas!
Pero
yo os he hecho libres.
Te
hice con muchos dones para que aprovecharas tus capacidades y no para que te
destruyas con cosas superficiales.
Te
di poder para pensar, para amar, para tomar decisiones, para reír, para crear,
para hablar, para rezar…
Te
di el dominio de elegir tu propio destino usando de tu voluntad.
¿Qué
has hecho, qué haces de esas tremendas fuerzas que te di?
No
importa. De hoy en adelante puedes rehacer tu persona.
No
permitas que nada te esclavice.
Vive
siempre para amar y para mejorar nuestro mundo.
Elige
amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de llorar, elige actuar en lugar de
aplazar, elige bendecir en lugar de blasfemar, elige vivir en lugar de morir.
Y
aprende a sentir mi presencia en cada instante de tu vida.
Crece
cada día un poco más en el optimismo de la esperanza.
Deja
atrás los miedos y los sentimientos de derrota.
Yo
estoy a tu lado siempre.
Llámame,
acuérdate de mí.
Vivo
en ti desde siempre y siempre estoy esperando para amarte.
Si
has de venir hacia mi algún día… que sea hoy, en este momento.
Cada
instante que vivas sin mí, es un instante infinito que pierdas de paz.
Trata
de volverte niño, inocente, generoso, con capacidad de asombro y capacidad para
conmoverte ante las maravillas de sentirte humano.
No
te olvides que eres mi milagro.
Que
te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que este mundo que
transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que tu aprendas a reír. Y si eres
mi milagro, entonces usa tus dones y cambia el medio ambiente, contagiando
esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.
Pero
quizás lo más importante que quería decirte es que: mandé a mi hijo Jesús al
mundo para abrir nuevos horizontes, para trazar el camino, para que siendo uno
de vosotros lo tengáis por modelo, por ejemplo, por compañero.
¡Sé
su amigo, vale la pena nadie como él!
¡Trata
de conocerle para parecerte a él!
Jesús
es mi imagen, es mi presencia en medio de vosotros. Escúchale y haz lo que él
hacía.
Con
todo cariño,
DIOS.