Cuando
estés cansado, abandónate en sus Brazos
Cuando
el camino se ha hecho estrecho, confía en su Corazón.
Cuando
te asalten dudas, contempla el Crucificado
Cuando
todo se termina, te quedan sus Manos.
Cuando
la noche llega, se enciende alguna Estrella
Cuando
te falten fuerzas, recuerda que Él está contigo.
Cuando
te rodea la muerte, Jesús es la Vida.
Seguir a Jesús lleva consigo
muchos riesgos, pero tenemos que ser intrépidos, seguir adelante, con la
convicción de que, si nos fiamos de Él, llegaremos siempre a buena meta.
(Francisco Cerro Chaves)