Se celebrará cada año el 1 de septiembre,
siguiendo la propuesta de la Iglesia Ortodoxa
Ciudad
del Vaticano, 10 de agosto de 2015 (ZENIT.org)
El papa Francisco ha instituido la Jornada
Mundial de Oración para el Cuidado de la Creación, y lo ha hecho a través de
una carta enviada al cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del
Pontificio Consejo Justicia y Paz, y al cardenal Kurt Koch, presidente del
Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Se
celebrará cada año el 1 de septiembre. Esta jornada será un nuevo signo visible
de la preocupación del Santo Padre y de la Iglesia por la Creación y su
cuidado, tal y como ha quedado reflejado en la recién publicada encíclica
Laudato Si’.
El Metropolita Ioannis de Pérgamo, durante
su intervención en la presentación de la Encíclica Laudato si’, contó que ya
desde 1989, el Patriarcado Ecuménico decidió dedicar el 1 de septiembre de cada
año para orar por el medio ambiente. Y se preguntó si no podría ser una jornada
de oración para todos los cristianos. Tal y como lo explica Francisco al inicio
de su carta, acogiendo esta sugerencia, ha decidido instituir también en la
Iglesia Católica la «Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación».
El Pontífice recuerda una vez más que como
cristianos, “queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis
ecológica que está viviendo la humanidad”. Para ello --asegura-- debemos ante
todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que
alimentan la pasión por el cuidado de la creación.
De este modo, el Papa advierte que “la
crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual”.
Por eso, subraya que los cristianos están llamados a una "conversión
ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro
con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea".
La Jornada Mundial de Oración por el
Cuidado de la Creación, explica Francisco en su carta, ofrecerá a cada
creyente y a las comunidades “una valiosa oportunidad de renovar la adhesión
personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios
una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro
cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su
misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos”.
Además, también reconoce que la
celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa “será una
buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos
ortodoxos”.
Al repecto, asegura que vivimos en un
tiempo en el que los cristianos afrontan idénticos e importantes desafíos, y
a los que se debe dar respuestas comunes, “si queremos ser más creíbles y
eficaces”. Asimismo, el Santo Padre manifesta su deseo de que esta Jornada
pueda contar con la participación de otras Iglesias y Comunidades eclesiales y
se pueda celebrar en sintonía con las iniciativas que el Consejo Ecuménico de
las Iglesias promueve sobre este tema.
A continuación, el Papa pide al cardenal
Turkson que ponga en conocimiento de las Comisiones de Justicia y Paz de las
Conferencias Episcopales, así como de los Organismos nacionales e
internacionales que trabajan en el ámbito ecológico, la institución de esta
Jornada, para que la celebración “se organice debidamente con la
participación de todo el Pueblo de Dios: sacerdotes, religiosos, religiosas y
fieles laicos”. Este dicasterio deberá llevar a cabo iniciativas adecuadas de
promoción y animación, “para que esta celebración anual sea un momento
intenso de oración, reflexión, conversión y asunción de estilos de vida
coherentes”.
Finalmente, la petición para el cardenal
Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los
Cristianos, es que se ponga en contacto con el Patriarcado Ecuménico y con las
demás realidades ecuménicas, “para que dicha Jornada Mundial sea signo de un
camino que todos los creyentes en Cristo recorren juntos”. Este dicasterio se
ocupará de la coordinación con iniciativas similares organizadas por el
Consejo Ecuménico de las Iglesias.