La sordera voluntaria



El famoso naturalista sueco Linneo hablaba con un amigo en una calle muy transitada y ruidosa de la ciudad,
Como  no lograba convencer  a su amigo, le preguntó
-     ¿Qué es lo que nunca se escapa al oído del hombre, ni siquiera en medio de las  distracciones y de los mayores ruidos?
Mientras el amigo pensaba la respuesta, Linneo dejó caer sobre el empedrado una moneda de plata. Automáticamente varios transeúntes se detuvieron mirando hacia el lugar de donde procedía el ruido metálico.
-     ¿Ves? –dijo Linneo- Lo que el hombre quiere y busca, eso es lo que el hombre oye siempre.

Y lo mismo ocurre con el corazón; se ve, lo que se quiere ver y se encuentra con lo que de verdad  se busca.